Antes de leer este articulo lo (a) invito(a) a visitar este enlace sobre la definición de la contaminación acústica.
NUESTRA REALIDAD
Redacción y fotos: Robinson López
Después de leer este documento sobre la contaminación acústica, queda claro a lo que día a día nos enfrentamos y a las causas negativas que esto conlleva cuando no tomamos en cuenta este tipo de información.
Está claro que como seres humanos normales (sin poderes extraordinarios, de tipo monetario o influencias políticas entre otros), podemos luchar contra este tipo de contaminación haciendo cosas pequeñas, es decir evitando en lo posible ser nosotros mismos los causantes de la contaminación acústica, como por ejemplo:
ü mantener equipos de sonido, radios y cualquier otro artefacto de audio a un nivel de volumen acorde.
ü procurar el mantenimiento de tubos de escape y todo lo que tenga que ver con la producción de ruidos de vehículos de motor (autos y motocicletas entre otros)
Estos son los medios más cercanos a nosotros y a los cuales directamente tenemos acceso, por lo cual si nos proponemos podemos lograr bajar el índice de contaminación acústica. Un buen ejemplo de este tipo de contaminación lo pudimos vivir en la temporada decembrina, precisamente en el centro de nuestra ciudad. Negocios, tiendas, buhoneros con sendos equipos de sonidos, minitecas, altoparlantes, con los cuales pretendían incrementar sus ventas (lo cual dudo mucho) y esto ocasionó el verdadero caos de ruido (contaminación acústica) que causaba mucho mas el desespero de la gente al momento de realizar sus compras.
Otro ejemplo son las grandes cornetas o minitecas que últimamente están siendo utilizadas por los propietarios de establecimientos nocturnos para promocionar sus eventos, en estos dos modelos de contaminación acústica les corresponde actuar directamente a las autoridades municipales
Y hablando de este manera de producir contaminación, no tengo que ir muy lejos aquí mismo frente a mi casa de residencia se encuentra un joven trabajando vendiendo CD (por cierto debo aclarar que no estoy en contra de ese trabajo ni de ningún otro que se haga honradamente) quien (presumo) cree que por sonar a full volumen su equipo de sonido se le van a incrementar las ventas de su mercancía( lo cual por el contrario lo perjudica a el mismo ya que también presta el servicio de alquiler de teléfonos), ocasionando con esto que día a día vivamos este tipo de contaminación . Es preocupante pensar que solamente sea yo y mi familia los únicos perjudicados con esto, en una cuadra donde se encuentran otros negocios, casas de familia, el liceo 12 de febrero y el simoncito de la urbanización Bubuqui 3.
Tal vez amigo(a) lector (a) usted también este sufriendo este tipo de contaminación por un problema parecido, a lo mejor en su caso, es un vecino que bien sea en la mañana o en la noche comparte sus gustos musicales con usted, si ese vecino(a) que pareciera pensar que a usted le gusta escuchar su bulla, que cree que a usted le interesa y disfruta cuando él o ella carente del mas mínimo valor humano enciende su equipo de sonido a todo volumen. la verdad que nada mas de pensar esta situación no me queda más que aceptar aquella frase del filosofo Diógenes de Sinope “mientras más conozco a la gente más quiero a mi perro”.
¿Cómo podemos enfrentar esta situación? la de mi casa por ejemplo y la suya.
Primeramente seria hablando, comunicándose como humanos que somos y lograr así buscar la o las soluciones a dicho problema. La objeción a este tipo de solución es que las partes involucradas se encuentren en el mismo nivel de valores humanos para que puedan ponerse de acuerdo.
La segunda seria apelar a las leyes municipales que prohíben la utilización de estos equipos que producen exceso de ruido. La contraparte de esta opción es, si las autoridades no pueden (o no pudieron) frenar ese tipo de contaminación en el propio centro de la ciudad mucho menos lo lograran en un lugar especifico.
En conclusión la única manera de solucionar no solo este problema sino muchos otros es la de rescatar ese valor tan abandonado, me refiero al respeto, si tan solo tuviéramos un poquito de respeto todo sería tan diferente, por ejemplo el muchacho que trabaja vendiendo sus Cd, utilizaría el equipo a un volumen apropiado y no molestaría a nadie y todos felices.
El respeto es la base para ser verdaderamente un buen ciudadano, un humano mejor dicho un ser humano, logrando así vivir en armonía con nuestros semejantes, y nuestro medio ambiente, lamentablemente somos pocos los que tratamos de practicar este sagrado valor, pero basta con que solo un miembro de la comunidad carezca de este valor para que todo se vuelva un caos.
Por eso termino escribiendo unas de las conclusiones a la que he llegado “solo los valores nos hacen seres humanos” y “un ser humano sin valores es simplemente un humano” y déjenme decirles que hay mucha diferencia entre ser un humano y ser un ser humano.
Y por supuesto deseo de todo corazón que algún amigo de mi vecino le haga llegar esto para poder lograr una verdadera amistad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario