lunes, 23 de junio de 2014

Omaira Candela de Quintero (1945-1985)

 por: Eudes José Blanco Prieto
“Las palabras serán piedras preciosas… palabras con aroma y sin espinas”. Pareciera que estos versos del poeta hondureño Rafael Heliodoro Valle, le  fueron asignados como tarea por un don divino  a Omaira Candela de Quintero, la locutora del pueblo de El Vigía, para que cumpliera su labor como comunicadora social.
Nace esta meritoria mujer, en el kilómetro 28 ubicado en la vía El Vigía – Santa Bárbara del Zulia, un 25 de junio del año 1945. Bautizada como Omaira Rosa, es la tercera de nueve hermanos del matrimonio de don Custodio Candelas y de doña Elena Sánchez, esta precedida por sus hermanas María y Elvira y seguida de sus hermanos José Antonio (Alirio), Ángel Antonio, Ali, Argenis, Migdalia y Fanny.
Inicia  los estudios de Primaria en Mérida en el Grupo Escolar Rafael Antonio Godoy y los culmina en el Grupo Escolar Coronel Antonio Rangel de Tovar. Al no culminar los estudios de educación Media, se traslada a Maracaibo y se residencia en el hogar de Hugo y Yolanda Urdaneta, estrechamente vinculados a la familia Candelas. En su estadía en la capital zuliana, estudia contabilidad y locución, con esta última carrera la hace profesional de la Radiodifusión con el titulo N°. 4553, que recibe en Caracas el 29 de Septiembre de 1967.
Contrae nupcias con Ángel Ademo Quintero, locutor, quien fuera su compañero de trabajo en Ondas Panamericanas Radio. La boda fue celebrada en la Iglesia (hoy Catedral) Perpetuo Socorro de El Vigía,  el 05 de Abril de 1968, de esta unión nacieron tres hijos: Carlos, Tony y Rosa Elena.
La imagen de mujer publica de Omaira Candela de Quintero, siempre estuvo vinculada a la radio, la inicia como aficionada a la música, al debutar en el programa que buscaba y promocionaba  talentos en  Radio Universidad, de Mérida: la “Revista de la Noche”, bajo la dirección de Don Germán Corredor. Omaira llegó a ser la  Madrina de este programa radial. Pero su  inclinación por la música no estaba alejada del talento,  es por ello que don Mario Suárez, a quien conoció a través de su labor como locutora en  la Voz de la Fe de Maracaibo (en donde se inicia en esta profesión), realizo dos visitas a El Vigía, buscando la autorización de don Custodio Candelas, padre de Omaira, para que ella se incorporará al staff de talentos musicales promocionados por él y Lila Morillo, situación que fue infructuosa. Queda la interrogante de cual hubiese sido el futuro de Omaira Candela de Quintero de haberse iniciado en el campo musical bajo la tutela de estos dos magníficos artistas nacionales.
Luego de su labor en la Voz de la Fe de Maracaibo, Omaira Candela de Quintero, se traslada a El Vigía, donde estaban radicados sus padres y entra a formar parte del cuerpo de locutores de Ondas Panamericanas Radio, el 30 de agosto de 1967. Con relación a su labor, el diario Panorama (1984) expresaba “es una gran profesional ante el micrófono, con una facilidad para improvisar cualquier tema que se le ponga, es una excelente lectora de noticias y destacada animadora en los musicales”
Su desempeño como locutora la llevo a ostentar el titulo de la mejor voz radial del estado Mérida y  a recibir diversos e importantes reconocimientos entre los que se destacan: el “Mara de Oro”, en el año 1 978.  El de la Asociación Musical y Artística Seccional El Vigía, el 7 de Septiembre de 1981. El del sello discográfico “Tamarindo”, por sus 15 años ininterrumpidos de labor radial, en 1982. El de Juan B. González Granados por su programa “Onda Ferial”, el 13 de Julio de 1984 y  “El Frailejón de Oro”, recibido también en este ultimo año.
En su trabajo en el medio radial, se destacó por su lucha en favor de las comunidades, de gente necesitada, es decir, se convirtió en la Voz de los que no tienen voz, en la vocero del pueblo, a quien quiso por encima de todas las cosas, defendió sus derechos, fue una gran defensora de la comunidad y en sus guardias en la emisora, los micrófonos estuvieron abiertos para la denuncia, para la delación de cualquier atropello, así como para dar a conocer cualquier necesidad, en especial de aquellos que más se la merecían por su niveles de pobreza y marginalidad. Ante esta situación no es de extrañar que haya recibido reconocimientos de mérito tales como: El del grupo Cultural “El Carmen” y del Sindicato de Trabajadores de la Salud del estado Mérida el 30 de Agosto de 1981. En 1982, lo hicieron los barrios: El Bosque, La Inmaculada, Sur América y Bolívar. Este mismo año se formó en la Urb. Páez un Club Juvenil con su nombre.

Luego de un año y medio de una penosa enfermedad Omaira Candela de Quintero muere en Mérida el 13 de Mayo de 1 985. Su sepelio en El Vigía al día siguiente, fue una popular manifestación de dolor, en la que convergió gente de todos lo niveles económico-sociales y de diversos pensamientos políticos y religiosos.

(foto: tomada de Hijos y Amigos de El Vigia)

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