por: Eudes José Blanco Prieto
“Las palabras serán piedras preciosas… palabras con aroma y
sin espinas”. Pareciera que estos versos del poeta hondureño Rafael Heliodoro
Valle, le fueron asignados como tarea
por un don divino a Omaira Candela de
Quintero, la locutora del pueblo de El Vigía, para que cumpliera su labor como
comunicadora social.
Nace esta meritoria mujer, en el kilómetro 28 ubicado en la
vía El Vigía – Santa Bárbara del Zulia, un 25 de junio del año 1945. Bautizada
como Omaira Rosa, es la tercera de nueve hermanos del matrimonio de don
Custodio Candelas y de doña Elena Sánchez, esta precedida por sus hermanas
María y Elvira y seguida de sus hermanos José Antonio (Alirio), Ángel Antonio,
Ali, Argenis, Migdalia y Fanny.
Inicia los estudios
de Primaria en Mérida en el Grupo Escolar Rafael Antonio Godoy y los culmina en
el Grupo Escolar Coronel Antonio Rangel de Tovar. Al no culminar los estudios
de educación Media, se traslada a Maracaibo y se residencia en el hogar de Hugo
y Yolanda Urdaneta,
estrechamente vinculados a la familia Candelas.
En su
estadía en la capital zuliana, estudia contabilidad y locución, con esta última
carrera la hace profesional de la Radiodifusión con el titulo N°. 4553, que
recibe en Caracas el 29 de Septiembre de 1967.
Contrae nupcias con Ángel Ademo Quintero, locutor, quien
fuera su compañero de trabajo en Ondas Panamericanas Radio. La boda fue
celebrada en la Iglesia (hoy Catedral) Perpetuo Socorro de El Vigía, el 05 de Abril de 1968, de esta unión
nacieron tres hijos: Carlos, Tony y Rosa Elena.
La imagen de mujer publica de Omaira Candela de Quintero,
siempre estuvo vinculada a la radio, la inicia como aficionada a la música, al
debutar en el programa que buscaba y promocionaba talentos en
Radio Universidad, de Mérida: la “Revista de la Noche”, bajo la
dirección de Don Germán Corredor. Omaira llegó a ser la Madrina de este programa radial.
Pero su inclinación por la música no estaba alejada
del talento, es por ello que don Mario
Suárez, a quien conoció a través de su labor como locutora en la Voz de la Fe de Maracaibo (en donde se
inicia en esta profesión), realizo dos visitas a El Vigía, buscando la
autorización de don Custodio Candelas, padre de Omaira, para que ella se
incorporará al staff de talentos musicales promocionados por él y Lila Morillo,
situación que fue infructuosa. Queda la interrogante de cual hubiese sido el
futuro de Omaira Candela de Quintero de haberse iniciado en el campo musical
bajo la tutela de estos dos magníficos artistas nacionales.
Su desempeño como locutora la llevo a ostentar el titulo de
la mejor voz radial del estado Mérida y
a recibir diversos e importantes reconocimientos entre los que se
destacan: el “Mara de Oro”, en el año 1 978.
El de la Asociación Musical y Artística Seccional El Vigía, el 7 de
Septiembre de 1981. El del sello discográfico “Tamarindo”, por sus 15 años
ininterrumpidos de labor radial, en 1982. El de Juan B. González Granados por
su programa “Onda Ferial”, el 13 de Julio de 1984 y “El Frailejón de Oro”, recibido también en este
ultimo año.
En su trabajo en el medio radial, se destacó por su lucha en
favor de las comunidades, de gente necesitada, es decir, se convirtió en la Voz
de los que no tienen voz, en la vocero del pueblo, a quien quiso por encima de
todas las cosas, defendió sus derechos, fue una gran defensora de la comunidad
y en sus guardias en la emisora, los micrófonos estuvieron abiertos para la
denuncia, para la delación de cualquier atropello, así como para dar a conocer
cualquier necesidad, en especial de aquellos que más se la merecían por su
niveles de pobreza y marginalidad. Ante esta situación no es de extrañar que
haya recibido reconocimientos de mérito tales como: El del grupo Cultural “El
Carmen” y del Sindicato de Trabajadores de la Salud del estado Mérida el 30 de
Agosto de 1981. En 1982, lo hicieron los barrios: El Bosque, La Inmaculada, Sur
América y Bolívar. Este mismo año se formó en la Urb. Páez un Club Juvenil con
su nombre.
Luego de un año y medio de una penosa enfermedad Omaira
Candela de Quintero muere en Mérida el 13 de Mayo de 1 985. Su sepelio en El
Vigía al día siguiente, fue una popular manifestación de dolor, en la que
convergió gente de todos lo niveles económico-sociales y de diversos
pensamientos políticos y religiosos.
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| (foto, Facebok: hijos y amigos de El Vigia) |

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