La Huelga de Río
Blanco fue una rebelión obrera en la
fábrica de tejidos de Río Blanco, en Veracruz, México, el 7 de enero de 1907,
que se extendió a las fábricas aledañas de Nogales y Santa Rosa. La rebelión de
Río Blanco es considerada un suceso precursor de la Revolución mexicana de
1910.
Antecedentes: Huelga
de obreros en Río Blanco
En 1902 se fundó la
Sociedad Mutualista de Ahorros que logró numerosos adeptos y el 1 de junio de
1906 se constituyó en el Gran Círculo de Obreros Libres promovido por José
Sanchez Gómez y Juan Olivar, delegados del Partido Liberal Mexicano. En las
cláusulas secretas de la constitución de dicho Círculo se estipulaba que se
mantendrían relaciones secretas con la Junta Revolucionaria residente en Saint
Louis, Missouri y de la cual Ricardo Flores Magón era presidente.
En diciembre de
1906, obreros textiles de Tlaxcala y Sonora se declaran en huelga para exigir
mejores condiciones laborales. Para frenar la creciente organización del
movimiento obrero en la región, los industriales realizaron un paro patronal
(lock-out) el 24 de diciembre en toda la zona industrial. Los obreros solicitan
la intervención de Porfirio Díaz, quién favorece a los empresarios y ordena la
reanudación de labores en las fábricas el 7 de enero de 1907, no sólo sin
satisfacer las demandas de los trabajadores sino que atentaban contra la libertad
de asociación y prensa de toda la vida.
La Rebelión y
masacre Posterior
Los obreros de Río
Blanco no aceptaron la resolución del presidente y El día 7 de enero en Río Blanco cerca de dos
mil operarios agrupados en el Círculo de Obreros Libres se amotinaron frente a
la fábrica, le lanzaron piedras e intentaron quemarla pero la policía montada
lo impidió, entonces saquearon y quemaron la tienda de raya propiedad de Víctor
Garcín, que además era el dueño de otros dos almacenes en Nogales y Santa Rosa,
Ciudad Mendoza. Después los obreros se dirigieron a la cárcel y liberaron a los
reos, Por lo que Soldados del 13º Batallón dispararon contra la multitud que
huyó a Nogales y a Santa Rosa, donde también saquearon la tienda de raya,
paralizaron el servicio de tranvías, cortaron los cables de energía eléctrica y
saquearon las casas de particulares acaudalados. De regreso a Río Blanco los
amotinados fueron interceptados por más fuerzas federales que dispararon contra
hombres, mujeres y niños. No existe un registro exacto, pero se estima que
entre 400 y 800 obreros fueron asesinados, durante dos noches algunos testigos
vieron plataformas de ferrocarril con docenas de cuerpos amontonados que de los
7.083 operarios de esa zona, la diferencia es de 1.571 de los cuales unos
habían sido muertos, heridos o desplazados. Cerca de 223 operarios varones y 12
mujeres más fueron encarceladas.
Los sucesos de Río
Blanco se han conocido en la historia oficial, como la Huelga de Río Blanco,
sin embargo en esa localidad la patronal fue quien había cerrado la fábrica y
no los trabajadores, los obreros que sí habían declarado la huelga pertenecían
a las fábricas de Tlaxcala y Puebla. La rebelión que tuvo lugar en Río Blanco
respondía a la inconformidad con el decreto de Porfirio Díaz y el paro patronal
que afectó a todos los obreros textiles de la zona.
Una vez
restablecido el orden por las fuerzas militares, el gobierno de Porfirio Díaz
ofreció un gran banquete a los empresarios extranjeros propietarios de las fábricas
en compensación por la rebelión obrera.
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| Monumento a los Màrtires de Rio Blanco |

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